Recuerdo el viento de la carretera como si fuera ayer, acariciando, besando mi piel.
Tanto tiempo tuve ese miedo infernal a que nada ni nadie pudiese comprender ese sentimiento de lucidez absoluta, la liberación del alma a través del viento, era increíble; hasta el día de hoy mi piel se eriza de solo pensarlo, hasta llega al limite de llorar de ira. La adrenalina y el amor combinados , paz interior.
Nunca pude expresar en palabras reales lo que se siente estar en ese punto, la soltura, la libertad.
Yo estaba enamorada de esa carretera, ella me hizo sentir esto. Conduzco sola, segura y libre"
LIBERTÉ TOUJOURS.
"Nunca te tratare mal, nunca empezaré ningún tipo de escena. Te diré todos los sitios y personas donde he estado"